Pensamientos

Hoy, se inicia el camino hacia una nueva forma de habitar el mundo, hoy se inicia el camino para una nueva forma de aprehender el mundo, y hoy se inicia el camino para una nueva forma de coexistir en el mundo, y por eso, hoy reconozco que la elección de ser docente implica, Revolución, experiencia y pedagogía en la educación y en el mundo.

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martes, 3 de febrero de 2015

Institución Educativa José Asunción Silva

Medellín, 21 de enero

Y DECIDÍ QUEDARME...


"La educación es el desarrollo en el hombre de toda la perfección de que su naturaleza es capaz"
Anónimo 


La tarde estaba gris, y los jóvenes se mostraban impacientes y ávidos de participar y divulgar su tarea. El cuento el leñador y la bruja, hacia presencia en el encuentro y en los cuadernos de los estudiantes. Éstos, resaltaban y se contoneaban con los bellos dibujos e ilustraciones de aquella historia, no obstante, el maestro comenzó su cátedra con el llamado a lista, claro; después de permitir que los estudiantes llegaran se acomodaran y charlaran por un breve espacio de 10 minutos, mientras entraban los que llegan tarde y se desatrasan de los pláticas de corrillo. 
Esta pequeña lección no la olvidaré, considero que es importante dejar hablar, dialogar o charlar a los estudiantes y máxime cuando la mitad de la semana trae consigo pereza y aburrición, es evidente entonces que el maestro logró su objetivo primordial iniciar la  clase de manera pertinente.
Después de llamar a lista, y antes del leñador y la bruja, el maestro se propone presentarme ante los estudiantes nuevamente a lo que los jóvenes responden de manera inmediata “profesora, puede usted ayudarme con el cuento de el leñador y la bruja en el nudo, no lo entiendo muy bien, no se desde donde tomar las ideas”. Sí claro, como no, respondí rápidamente.
Creo que los nervios tenían parte de mi cuerpo aprisionado, una parte quería gritar ¡yyyuuuppii! Mi primera orientación  a un estudiante. Mientras la otra decía; “Vanessa, cálmate, explícale bien, no te sonrías mucho con ellos, se pueden traspasar los límites, por qué preguntan algo que se les explico hace ya rato uummm, qué le digo, cómo se lo digo para que entienda” en fin.
Cosas  extremadamente raras pasaron rápidamente  por mi mente, pero al final, considero haber logrado el objetivo del día, solo con esa pequeña intervención, conquistar  la esquiva  adrenalina, la insoportable desesperación por hacer las cosas bien y satisfacer las dudas de aquel divertido estudiante, es en suma: un logro grandísimo que aún con el correr de los tiempos,  nunca olvidaré.
Aquel día, le aclare las ideas al joven, el cual la  terminó de manera ágil, sin embargo, me quedó el sinsabor de: por qué no pregunté: ¿quién más necesita alguna  orientación?, no sé por qué no lo hice pero creo que al final me ganó el susto, perverso susto que  no me deja actuar.  
Más aún, otros estudiantes también decidieron tomarse un ¡permiso!, que se les escuchaba raro para conmigo, se  me acercaban con dudas y muchas de ellas inventadas, se notaba que era sólo por escuchar mi voz jocosa diciendo, ¡jóvenes uno a uno por favor uno a uno!, o para que el profesor les solucionara alguna otra pregunta como: ¿profe puedo ir al baño?, y mientras el maestro me miraba y me susurraba: son algo escandalosos, pero trabajan y a la larga son juiciosos. Me imaginaba vagamente ¿qué significa realmente ser escandaloso y juicioso  en un aula de clases?
Y divagando por mis pensamientos, me di cuenta que mientras los jóvenes realizaban la guía de aprendizaje, el maestro aprovechó el tiempo para ponerme al tanto de algo que hoy aún en los colegios es un reto y no se ha implementado de manera permanente, aquello que decreta la ley 1732 del 1 de septiembre de 2014 la “Cátedra de la paz”, no entraré en detalle, o dejaré a tu imaginación.
Sin embargo, el profesor me propone que es necesario llevarla a cabo con actividades bien coordinadas, a lo que le respondí, -Sí, estoy de acuerdo, debe ser algo bien divertido que permita el intercambio de saberes y promueva el aprendizaje de valores como la equidad, el respeto, la inclusión y creo que no mencionaré más, tú querido lector sabrás cuales hacen parte de esta enorme lista.

Esa tarde transcurrió tranquilamente, entre  la hermosa mezcla de los sonidos de los jóvenes: ¡profe revíseme a mí, a mí, no a mí! Y el quebrantador quejido del  perro negro que ronda el colegio. Pero los ojos penetrantes de los estudiantes estaban allí, andaban escudriñando y preguntando ¿Qué más vamos a hacer profe? Y de repente, se cuela el intrépido sonido  del timbre y no obstante: me enamoré y decidí quedarme.


Vanessa Chavez 


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