Medellín, 23
de enero
"Quemar un libro, es asesinar una idea"
SI ELLOS LO PERMITEN
Jóvenes
buenas tardes, ¡ubíquense por favor! Ubíquense. Sentados, vamos a empezar, a la
voz de uno, silencio, a la voz de dos y a la voz de tres. Y mientras reina el
silencio y el maestro dice:
Hoy
revisaremos el taller de comprensión de lectura que dejamos la clase pasada,
recuerden que es necesario tener listo: la lluvia de ideas, el problema entre
la bruja y el pueblo, quién es Gasparín… y así sucesivamente. Esto es en suma,
revisión de tareas y compromisos para el día. No sin antes, llamar a lista.
Ese
día conté los mismos 47 estudiantes de siempre.
Luego
de verificar la asistencia, entramos en el trance seductor que se apodera del
aula, y en la medida en que los estudiantes van participando se hace cada vez
más fuerte, y la voz del maestro sube, sube y sube, para dar paso al silencio.
Como
si se pudiera hacer algo así realmente cuando los estudiantes están tan jubilosos,
descansados y… no sé cómo describir aquel momento, aquella encrucijada que se
llevaba a cabo en el aula de clases.
Los
jóvenes gritaban y el maestro hablaba e intentaba seguirlo haciendo. La lluvia
de ideas estaba sumamente interesante, volaban las ideas, se plasmaban en el
tablero, unos las gritabas otros ni se
inmutaban sólo el maestro entendía aquello que tenía en frente.
La
clase versó sobre la revisión del taller
anterior y la explicación y lectura de otros puntos a realizar del mismo.
El
taller es: Problemas entre la bruja y el pueblo. Cómo es la bruja y qué hace en
el bosque. Cómo se preparó la bruja para recibir a Gasparín. Qué le ocurrió a
Gasparín cuando llegó al bosque. Por qué Gasparín era ambicioso. Por qué la
bruja era egoísta. Por qué Gasparín era presumido. Haga una ilustración del
cuento. Elabora una leyenda, creando personajes imaginarios debe tener inicio
nudo y desenlace. Explique el desenlace del cuento el leñador y la bruja.
Durante
la realización de los otros puntos del taller, algunos se pusieron a jugar
futbol en el aula de clases, “los mismos del año pasado, los repitentes”
mientras regaban la aromática de Camila ubicada en el suelo, quien
presuntamente tenía algún dolor.
Y
digo presuntamente porque resultó ser falso. Es una repitente que se valió de
ser mujer para persuadir al maestro de que la
dejara salir del aula de clases. Salve que el maestro entendió el
problema y no concedió permiso a la estudiante controlando de manera pertinente la situación.
Eso
de que cuando los gatos se van los ratones hacen fiesta uumm.
Es
de entender que algunos estudiantes se aburren en el aula de clases por razones
meramente de descontextualización de las actividades, no precisamente porque
no tengan ganas de estudiar. Los cansa la monotonía,
igual que a mí. Por eso para mi primer encuentro con los jóvenes planearé una lluvia de ideas de libros
favoritos, de experiencias significativas con los textos, en donde estará
presente: quienes leen, quienes no y porqué. Para así lograr una clase más
amena y dinámica.
Considero
que después de observar el día a día de las clases, pienso que es necesario
implementar un mural de experiencias significativas viajeras. sé que les
gustará, ya que los sacará de la monotonía y aprenderán con los mismos textos y
los mismos temas.
Divagando
yo, dice el maestro, ya sonó el timbre, y deben tomar la leche, una filita por
favor, en filas. Me despedí con agrado y les prometí dictar clases jugando,
claro está, si ellos lo permiten.
Vanessa
Ch.
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